11.19.2009

¡Tira ya del gatillo, imbécil!

Llegará el momento. Todos vamos pa’lla, claro, el asunto es cuándo, cómo y dónde. Me di cuenta hace poco que me va a cargar el payaso, que me voy a petatear, porque se me han venido de pronto un montón de recuerdos, bueno, pensaba cómo sería.
Hay quienes aseguran que al estar a punto de irse de este planeta súbitamente y sin boleto de regreso, pasa frente a uno toda la película, en Beta, DVD, HD, Technicolor, Blue Ray, o el formato que sea, pero se ve completita, mmm, no sé, todo es tan rápido que apenas si tienes tiempo de recordar gran cosa, el frío que te recorre la espina dorsal bífida (como la mía) es cabrón, se te encoge el miringo, se te acalambra el escafoides, como que se te descuajaringa el esternocleidomastoideo, parece que un mapache se te resbala por la espalda, tragas saliva como náufrago, sientes la cabeza como puercoespín, pelas los ojos a todo lo que dan, ves la foto, y ya: venga lo que venga.
Me hierve el buche con el típico cliché gabacho, séase en libros, en películas o en otro medio, el personaje central dándose el lujo de dialogar con su interlocutor-ejecutor: “…nunca pensaste que tus días acabarían así, ¿verdad bastardo?”, “es inútil, nunca lo entenderías, ¡tira ya del gatillo , imbécil! …”, o cualquier otra jalada que hayan ustedes visto o leído. En la vida real, puede que el asunto difiera “uuun poquito”; una vez que pasó el episodio, ahí sí pa’ que veas, una a una, muchas imágenes, con el corazón a full, palpitante, tratando de respirar hondo y que baje el ritmo bacardiaco, te cambias el Pampers y… uff, ¡la libré!, si es que atinas a hablar. Personas, cosas, situaciones, de todo un poco en el desfile.
Aunque, viéndolo bien -con calmita y nos la amanecemos-, no es que esté deseando o afirmando que me voy a Morelia en fa, sino que de ver tantos flashbacks recientes en mi cabeza y de verme invadido de una espantosa y perezosa melancolía, de esa nostalgia que nos habla de lo que ya marchó, de lo que fue, de lo que ya no volverá a ser, incluso del futuro tan egoísta, que no da chance a ver, digo, ‘pos me dio por revisar mi cuaderno.
Ya encarrerado, pienso también en los que se adelantaron, en los cercanos, en los lejanos, en los ni tan lejanos ni tan cercanos, sino todo lo contrario, diría el político. Álbumes con fotografías borrosas que nunca llegaron a tomarse, Néstor, por ejemplo, a sus siete abriles en una calle de la polvorienta Santa Cruz Meyehualco, sujetándome las manos por mi espalda y diciéndome: “uno, dos, tres, ¿te rindes?, para luego pasar su brazo sobre mi hombro, echar a andar, darme un jab cortito en el estómago, y sonreírme como Topo Gigio, sí, así como lo llamábamos en casa.
La imagen de Don Panchito también, a sus setenta y tantos otoños, atendía las jocosas voces que llegaban a los vestidores para hombres del Deportivo de Hacienda a su cargo, que conforme iban entrando gritaban, respondiendo y preguntando de inmediato para sí y para deleite de toda la porra: ¡Panchitooo!, ¡güeeey!, ¿quién fue el güey Panchito?, y Panchito sólo atinaba a reir y señalar con su índice al primer cristiano que asomara la cabeza entre los lockers.
De igual forma, Lalo Limón corriendo exhausto junto al Ragazziano en pleno kilómetro quince del Medio Maratón de Coatzacoalcos, qué calor, ya no aguanto, voy a “reventar”, nada, no te detengas, aunque sea trotando, pero llegamos, ¿seguro?, ¿no te adelantas?, no’mbre, toma, suero y un dulce, ¿va?, sí, sí la hacemos.
Decidí guardar el View-Master, y olvidarme de tantas patrañas que la vida te pone antes de colgar el tacuche. Lo que sé de verdad es que, el que (se) muere, desgraciadamente ya no cuenta en el mundo de los vivos, sólo los llamamos para recordarles de vez en vez y olvidarles la mayor parte del tiempo; los que quedamos en este mundo, estamos pa’l desmadre y pa’ jodernos unos a otros en su más amplia, desmadrosa y jodida expresión, porque así como va el asunto, no lo veo de otra forma, bueno, al menos que aparezcan con más frecuencia gente como El Jaibo y Llorca, entre otros.
Una de esas tardes recientes en las que pretendía yo apantallar al Jaibo, con material variado, que si Piazzolla, que si el funk, que si la Disco, y pa’ pronto, con una diplomacia que todavía no atraviesa mi esófago, casi como mandándome a Timbuctú o Mengambronia con todo y mis tiliches, El Jaibo me muestra la lap, terminando de bajar un disco de la web, listo, le pusha a la cosa esa, y se escucha esto:
The novel sound

Seguido de:
True to me

My precius thing

De otro disco:
Insatiable

De la lista personal llorquiana:
All we ever have

Veeen, ya lo decía yo, esto me ha sucedido en otras ocasiones, estaba alucinando barato (como es costumbre), no estoy pensando en pelarme de casquete corto todavía, únicamente esperaba el click, el pretexto para estar de vuelta –y de qué manera, caramba-; ahora sí, me apresto a revivir con la música de este prodigioso sampleador de la France, nomás pa’ contradecir al Marqués y a mí mismo, porque, ciertamente algo huele mal en esta vida, pero no vamos a negarlo, hay aromas que te devuelven la fe …y te salvan “por un pelito”.




Colgando el tacuche



Petateándose



A Morelia








6 comentarios:

Zuka dijo...

Me desvie un poco del tema después de esas "fotografias borrosas que nunca llegaron a tomarse", unos cientos rodaron por mi cabeza x_X deberia haber un album especifico para esas y luego poder emparejarlas con rolas del momento, y no me refiero a las rolas de moda, si no esas kanciones ke luego las eskuchas , automatico te recuerdan un momento, y dices "puta! que buen soundtrack hubiera sido"... total si hiciera un OST de mi vida, sería un compilado de varios existos del ayer y hoy, pero mas del ayer, unos 10 o 20 CD's y si le metemos en DVD igual y con uno o dos nos alcanza, que fotografías hay muchas, pero que valgan la pena...pocas.

Woo Woo dijo...

Siempre he pensado que uno se encarga de poner las imágenes que desea en su viewmaster, es como darle click u oprimir el Power en los controles remotos. No todos sobreviven ni a mirar su galería personal ni a cambiarle de canal, muchos otros se empeñan en enfrentarse a las mismas imágenes y terminan viviendo en el pasado. Me da mucho gusto que en ese lapsus de hallazgos hayas encontrado la brújula.

Paso a dejar mi comentario antes de que el vampiro "madreador violador" (Ragazziano dixit)me dé una tunda...je je...Ves? Ya te lo decía: mi Jaibo es la pura sabrosura y como él no hay dos.

poncio pilato dijo...

Gracias por estar y entrar en mi viu master, yo lo aprecio mucho suegro, y la verdad, creo que ese disco es de lo más rico que he escuchado últimamente, a veces cuando creemos que todo está en el suelo nos damos cuenta de que siempre hay una pequeña pluma que cae, no se si del cielo pero definitivamente cae, la primera vez que escuche a llorca pasó eso, yo los quiero mucho a todos ustedes y de verdad agradezco que me tome en cuenta, aunque tenga cara de toto, están bien buenos los recursos que utiliza para recordar las cosas, o más que nada los flashbacks, y MORELIA ahora está en mi diccionario de la real academia de la lengua pantitlanesca.

saludos y abrazos

Gil del Valle dijo...

Uy, qué retebonito es lo bonito. Pero... a ver. La vida apesta, man. No hay puntos medios. Lo que pasa es que, ya estando acá, nimodos a buscarle. Y sí, uno encuentra dos que tres cosas que le levantan el ánimo.

No se me ponga emo. Ya ve aquello de la pluma que cae (es homenaje) y questo y quelotro. Su vida será más o menos grata pero siempre de la mano de unos buenos discos e historias cábulas.

De lo que sí estoy seguro es que usté tendrá una gran colección de recuerdos y que su familia (a la cual tengo el privilegio de conocer) lo adora. Eso ya es mucho, man. No cualquiera

Ragazziano dijo...

La Real Fundación de la Lengua Suelta, Enrique Krauze, Ragazziano, Jaime López & Demás Cábulas Asociados, luego de una amplia investigación en el maravilloso mundo de la semántica, nos ofrecen sus resultados, para conocer algunos de los términos de uso (muy) corriente enunciados en este post, hélos aquí por orden de aparición (llénese de paciencia):
1. "a cargar el payaso" = a morir, fallecer
2. "a petatear" = léase "a cargar el payaso"
3. "irse de este planeta" = ídem
4. "es cabrón" = para el caso, entiéndase: muy serio, muy fuerte
5. "descuajaringa" = (vulg) se descompone, falla
6. "pelas los ojos" = abrir los ojos en demasía, estar muy atento
7. "Me hierve el buche" = Me molesta, me perurba, vamos, me encabrona
8. "gabacho" = que procede de los Estados Unidos de Norteamérica, de origen gringo
9. "cualquier otra jalada" = otra tontería, otra torpeza
10. "a full" = a su máxima capacidad, a todo lo que da
11. "bacardiaco" = referente al sistema cardiovascular, a las pulsaciones alteradas por cierta bebida embriagante
12. "me voy a Morelia en fa" = voy a morir ipso facto, me va a cargar el payaso de inmediato, y demás jaladas
13. "ya marchó" = ya no es, lo que ya fue y no será
14. "Ya encarrerado" = En la misma tónica, siguiendo con el tema
15. "güey" = persona tonta
16. "a reventar" = sucumbir, rendirse
17. "colgar el tacuche" = morir, y otros sinónimos
18. "pa'l desmadre" = para el barullo, la fiesta, el desorden, el relajo
19. "jodernos" = molestarnos, perturbarnos unos a otros
20. "tiliches" = pertenencias
21. "pusha" = (voz inglesa) del verbo to push = empujar, aplica para este caso presionar dterminado botón o tecla de un ordenador o computadora personal
"alucinando barato" = especie de viaje lisérgico, pero paupérrimo
22. "pelarme de casquete corto" = morir, etcétera
23. "el click" = hacer conexión, engancharse
24. "sampleador" = entiéndase Llorca
25. "por un pelito" = por poco, librar la muerte por escaso márgen, casi se lo carga el payaso
Amén.

Si tiene usted algún comentario, queja u otra aportación estimado amigo, por favor diríjase a la Fundación arriba citada.

Jim Milton Malone dijo...

Si atendemos lo que escribió Montaigne en uno de sus más interesantes ensayos ("Que filosofar es aprender a morir", I, 20), lo mejor que puede hacer el animal humano -condenado a la mortalidad- es pensar constantemente en la muerte hasta desproveerla de su carácter temible. De ese ensayo provienen estas frases: "No sabemos dónde la muerte nos espera; aguardémosla en todas partes. La premeditación de la muerte es premeditación de libertad; quien ha aprendido a morir olvida la servidumbre; no hay mal posible en la vida para aquel que ha comprendido bien que la privación de la misma no es un mal: saber morir nos libra de toda sujeción y obligación."

En más de una ocasión he creído hallarme en trance de muerte y nunca ha habido proyección cinematográfica ni retrospectiva fotográfica de mi vida, sólo una sensación de haber desperdiciado mi existencia y el propósito de -en caso de sobrevivir- aprovechar cada momento, propósito que es prontamente olvidado en cuanto la crisis pasa.

Sin duda la existencia es una cochinada y sin duda existen cosas que valen la pena. La existencia es una porquería porque, salvo contadas excepciones, no podemos dedicarnos por completo a esas cosas que valen la pena y en lugar de eso nuestra vida transcurre entre afanes intrascendentes.

No hace falta decir que una de esas "cosas" que vale la pena es la música, la buena música, como la que periódicamente comparte Ragazziano con nosotros.

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