8.27.2009

Vamos a ponerle


Al iniciar este magno, regio, colosal y estupendo espacio, el Milton y yo, herederos de las glorias de los funkardos pensamos en subir rolas sueltas, o hablar de canciones individuales (acaso también amedrentados por las millonarias amenazas del copyright, ustedes saben, ideas originalísimas y todo eso).


Si bien Jim Milton Malone ha cumplido a cabalidad con su responsabilidad, yo he fallado, he sido…


(Dejemos al Marqués llorar a moco suelto. Démosle un poco de privacidad)


En fin. Hablemos de dos grandes rolas.


Uno de los más grandes ejemplos del soul es Marvin Gaye, aunque las piezas que más pongo de este hombre son las funkeras, especialmente “Got to give it up (Pt. 1)” del disco Live at the London Palladium (Motown, 1967) toda una poética del género con cencerro, fondo de negros en plena algazara y la vocecita de Marvin contraponiéndose a un bajo espectacularmente sincronizado con la batería, todo un beat setentero que inspirara al fenecido Yacko en su famosa “Don't stop 'til you get enough”. Vamos… siguiendo por el derrotero de los castrati, hasta Justin Timberlake la cantó.



Ya sé, ya sé. Cómo que Justin, el más puto de los mortales. Bueno… también tienen derecho y más yo, en mi condición de Marqués de poner lo que se me venga en gana.


Bueno, bueno, ya, ahí está la original


Got to give it up (Pt. 1) – Marvin Gaye


Al comenzar a hablar de Marvin Gaye —lo recuerdo como si fuera ayer— decía que era de los grandes ejemplos de soul, pero ustedes, chiquilicuatros, seguro no lo recuerdan. Hagan el favor de retirarse de mi marquesado.


(No, no Marqués, lo recordamos)


En fin, proseguiré, chisgarabises, ya que me lo piden. En cierta ocasión, cuando aún era un plebeyo como ustedes, conocí a una chica venezolana. ¡Ah, dios mío! Alta, piel acaramelada, cabello castaño y corto y ojos claros. Sublime espécimen femenino. La cortejé, fui a su casa con unas pizzas y un montón de discos.


He de confesar que estaba muy nervioso, una hermosura de ese talante perturba hasta al más pintado. Sin embargo, poco a poco fui acoplándome a la situación hasta tener los brazos extendidos sobre el respaldo del sofá, las piernas recargadas en la mesita de centro. En medio de risitas nerviosas dábale de comer en la boca cuando comenzó esta canción.


Let’s get it on – Marvin Gaye (Motown, 1973)


Pocas veces una canción encierra todo lo que un género puede dar de sí. Puede haber rolas que se equiparen, pero ninguna que le supere. Así era mi situación con la venezolana. Todo a lo que uno aspira estaba ahí, podrán existir chicas igualmente bellas, pero ninguna más.


Luego sonó está versión en vivo


Let’s get it on – Marvin Gaye (Live at the London Palladium)


Comenzamos a besarnos y de pronto supe que tenía que ir al baño. Pero esos labios, esas despiadadas rosas que se me brindaban me hicieron esperar a que pasara al siguiente beso. “Gil tienes que ir al baño”, decía, pronunciando aquél nombre tosco que tenía antes de ocupar el lugar que merezco. Pero la blusa escotada de mi amiga ofrecía todo un tesoro que suponía me haría inmortal.


Entonces comenzó a escucharse una versión de Maceo Parker, contenida en el disco Mo’ roots


Let’s get it on – Maceo Parker


Comencé a adelantar por debajo de la blusa, cerciorándome de la calidad de los brassieres que usan en Sudamérica cuando su mano adentróse en mi entrepierna. “Te dije, cabrón: ve al baño, quítate el suspensorio” me recriminé encabronadísimo. Los motivos para usar esa madre no vienen a cuento. Sólo sé que al igual que Marvin Gay, Sr hizo con su hijo, Marvin Gaye (con ‘e’, sí), esta hermosa dama tuvo que volarme la tapa de los sesos con una certera bala.


Pero los Marvin (padre o hijo) no tienen la culpa. Perdí mi gran, mi única oportunidad. He invertido alguna parte de mi fortuna en encontrarla, pero parece que se la tragó la tierra. Ojalá me hubiera tragado a mí. Ojalá hubiera entrado al baño. Mis tierras por la venezolana.


Que no se les sale esta rola, como a mí. Póngale con ella y las canciones van por cuenta del Marqués, picando aquí.

5 comentarios:

Marianananaananana dijo...

Jijijijijiji!
Sonrisa Time!
Mis tierras por Ti!

Jim Milton Malone dijo...

Carajo, Marqués, profanaste el Templo Sagrado de Funkardón con esa referencia a cierto petimetre bujarrón cuyo nombre me niego a repetir.

Cuidado: estás a un paso de Britney, de Christina, de Pink.

Menos mal que pusiste a don Maceo Parker para salvaguardar tu prestigio.

Ragazziano dijo...

Ragafunky ma meen says:

Todos contra el Justino?, naaa. Blancous imitando nigrous, dónde lo había visto?
No se apure mi Marqués por una venezolana así, al parecer, y a própósito del Miss Universe Contest, a todas les ponen lo mismo en el cereal!
La Dinastía Funky Funkarda sienta sus reales en la Narvarte, oooh yesss.

EL "LIC" dijo...

Chale, soy un ignorante... la primera vez que escuché este super tema fue nada menos que en la película de Los Ángeles de Charlie, cuando el villano se está echando sus bailes mientras toma Coca con popote (che puñal). Pero es buena... la rola (y la película también, jeje).

^_^

abi dijo...

Vaaale m.-. jajajaja bueno, tendré que recordar lo que ya había escrito. Le decía que como siempre usted de don juan, jeje. Le envío un abrazo y un beso, desde tierras lejanas...

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