Luego de ver coronado en el Azteca al más grande de los grandes: “O Rei”, iniciando la nueva década, instalado en el siete uno, y a varios km luz de distancia, en retrospectiva, me lamento, qué pena, no me tocó estar ahí, pero se sabe que fue lo máximo de este condado, nada más y nada menos: ¡el Woodstock Región 4!; ni modo, esas cosas pasan por nacer tarde.
Algo acidón para el arranqueEl Ritual/Easy woman
Sólo como anécdota, no hablaré en este espacio de la calidad, estilo o ritmo de tal o cual banda/grupo, la idea sonora es: conocerles, escucharlos, o volverles a escuchar. Se vale asombrarse con la variedad, disfrutar, identificar, recordar, viajar.
Dentro del flashback, frente al puesto de periódicos del mercado, con nueve y cacho de febreros a cuestas, alucinando barato con un “Gansito” y una “Chaparrita del Naranjo” entre manos, me veo mirando fotos y leyendo las crónicas: “Avándaro, el degenere”, “Rock y Ruedas, Avándaro”, “Avándaro, rebeldía y drogas”, “300 mil en éxtasis”, e-te-ce.
Para entonces, se leía el “Piedra Rodante, “México Canta”, algo se publicó también en el “Notitas Musicales”, luego, en el “Conecte (Musical)”, “Sonido”, y… no recuerdo más. En la TV setentera, poco espacio, en la radio, ni se diga, la "Academia Zabludovzky" en su esplendor: boicot total al llamado “Rock Mexicano”, el precursor de lo que hoy parece una especie en extinción.
Paradójico, muchos grupos nacionales iniciaron cantando en el idioma oficial: inglés, y aunque no todos los guadalupanos que los escuchaban entendían lo que aquellos cantaban, a final de cuentas el “rollo”, “hermano”, era “estar en la onda”, ser o estar “in”, bueno, así se decía.
México canta(ba)
Primer acercamiento, Tere, carnala mayor, recia, carácter a lo “Doña”, y un tanto en concordancia con el movimiento de la época, oyendo Soul sacrifice, Jingo, Evil ways,de Santana, cosas de Blood, Sweat & Tears, Chicago, Peace and Love, Tequila, pero sin portar flores en su pelo, se despide pronto de los toquines, cafés cantantes y de la inocencia, para pasar a los asuntos, trayendo consigo al primer sobrino, justo al inicio de sus quince primaveras, dejando a un lado también el A-go-go, el Hanky Panky, y uno que otro paso bumpin’; amor y paz hermana, amor y… zaz .
En concordancia
Iguana/Nena
Siguiente escuela, César, otro carnal –de 9 en total-, entre Enrique (fresón), Bertha (fresona) y Ale (fresotota), reflejo masculino de Tere, le saldría también lo rocker y desmadroso; él con los Rolling, Zeppelin, Deep Purple, Sabath, Doors, pero metiéndole simultáneamente a los sonidos del Three Souls in my Mind, Dugs Dugs, El Ritual, uff, a lo mero macizo del Rock-mex.
Uff, quién no
Three Souls in my Mind/ADO
Entrando a la segunda mitad setentera, con más bandas de Rock saliendo de la clandestinidad forzosa, emergiendo como todo buen PachaRocker (DR), empiezo a ir a los famosos toquines y hoyos funkies, “El Herradero”, “Balderas”, “La Casa del Pueblo”, entre otros. Nunca entubado (pantalón de mezclilla ajustado), pero bien presto danzando con las morras el pachequísimo “Baile del brinquito”, luego bautizado por Paco Gruexo como “Chili & Pili”, una cosa así como la antesala de los madrazos, un slam subido; palpar en vivo y en directo eso que llamaron “Rock Nacional”, ¡qué pasito tan cortito con tremendo zapatito!, tsss.
Para danzar con las morras
Enigma/Save my soul
Antes que Cruyf, Maradona, Van Basten, más pa’ca, los Ronaldinhos, los Cristiano Ronaldo, los Roony, los Messi, está su majestad Edson Arantes do Nacimento, Pelé (O Rei). Antes del “Rock En Tu Idioma”, “Los Nuevos Valores del Rock Nacional”, y demás etiquetas, hubo un movimiento rockero en México, sin poses, generacional, que incidió de manera trascendente en quienes lo escucharon, en quienes iban a las “tocadas de Rock”, en los que tuvieron la dicha de estar en Avándaro.
Luego de una asaroza y -no olvidar- desmadorsa adolescencia, César está en los USA desde hace unos veintitantos añejos, ya abuelo, divorciado, cristiano, alejado del R&R y la falsa sociedá, pero permitiéndose el placer de la memoria, como en aquella visita extrafronteras que ha ya unos ayeres le hice, oportunidad aquella para rememorar –entre otras anécdotas- cómo tenía yo que hacerme invisible ante sus ojos en cada toquín dominguero-pachequero, en la Casa del Pueblo o Balderas, y cómo había sido también un misterio la desaparición temporal de algunos de sus acetatos más preciados.
Doña Tere, con más de un tostón a cuestas, decidió darle vuelta a la hoja igualmente, para cada vez ver menos Avándaro, el Amor y paz, el Amor y… zas, el Hanky Panky, sólo llevada momentáneamente al pasado por un empecinado carnal PachaRockero, para arrancarle fotos en sepia y una que otra sonrisa setenteras, ocasiones estas para el agradecimiento formativo involuntario. En fin, qué pena, qué lamento por no haber sido parte de aquellos 300 mil, pero qué fortuna la mía con los Rockbrothers, me consuela la dicha de que ellos -y Pelé- sí hayan nacido a tiempo.
Netamente setentero
Lléguenle a lo mero macizo carnales, Amor y paz
(Este link ya no existe, originalmente contenía un compilado, con rolas de aquel entonces. Si tienes interés por ese material, deja un mensaje).